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La ergonomía es la disciplina que se encarga del diseño de lugares de trabajo, herramientas y tareas, de modo que coincidan con las características fisiológicas, anatómicas, psicológicas y las capacidades de los trabajadores que se verán involucrados.
Busca la optimización de los tres elementos del sistema (humano-máquina-ambiente), para lo cual elabora métodos de la persona, de la técnica y de la organización.
Los orígenes de la ergonomía se remontan a la Antigüedad clásica. Pensadores y filósofos de la Antigua Grecia, como Hipócrates (c. 460-370 a. C.), ya advertían sobre la necesidad de adaptar los utensilios de trabajo al cuerpo humano, y muchas de las herramientas de trabajo del Antiguo Egipto evidencian la intención de ser más cómodas para la mano del obrero.
Sin embargo, el término “ergonomía” no existió hasta mediados del siglo XIX, y su aplicación masiva como disciplina laboral comenzó a inicios del XX, como herencia del pensamiento taylorista, es decir, de los métodos propuestos por el estadounidense Frederick Winslow Taylor (1856-1915), uno de los grandes promotores de la organización científica del trabajo.
La antropometría es la disciplina que se ocupa de medir el cuerpo humano, es decir, de registrar sus proporciones y establecer ciertos criterios de normalidad que puedan ser útiles a la hora de diseñar herramientas y espacios.
Por lo tanto, sus técnicas y aproximaciones son fundamentales para la ergonomía, ya que resulta imposible dar con un entorno de trabajo ideal para el ser humano si no se conoce primero el modo en que el cuerpo humano está proporcionado y los efectos que una postura sostenida durante horas diarias puede tener en su constitución. A las técnicas y herramientas que se ocupan de medir el cuerpo humano, o que responden por diseño a estas proporciones, se las conoce como antropométricas.
Desde la disciplina Ergonómica se pueden confeccionar dictamenes periciales de utilidad en los procesos relacionados con enfermedades profesionales derivadas de la exposición a trastornos musculo-esqueléticos y también procedimientos judiciales relacionados la Incapacidad Permanente, definiendo los requerimientos ergonómicos de la profesión habitual.
El conocimiento de la profesión realizada por el trabajador y los requerimientos psicofísicos en ocasiones es un elemento poco estudiado. La aportación de unos datos complementarios que den información sobre la ocupación-profesión desempeñada por el trabajador/ora, resulta de gran utilidad, ya que de lo contrario el proceso de la valoración puede basarse en una información sesgada.
Las necesidades + requerimientos psicofísicos = INCAPACIDAD
La necesidad es la expresión de lo que un trabajador/ora requiere indispensablemente para llevar acabo su profesión u ocupación habitual.
Los requerimientos psicofísicos de la actividad, podemos definirlos como el conjunto de exigencias físicas o psíquicas a los que se ve sometida la persona durante la jornada laboral. Es el conjunto de la carga física (dinámica y estática) y la carga mental. Y su relación con el marco material del trabajo.
Es necesario determinar qué necesidades psicofísicas necesita el trabajador/ora para poder desempeñar una determinada profesión u ocupación, mediante el estudio del puesto de trabajo.
Los trastornos musculoesqueléticos son el conjunto de síntomas tales como el disconfort, debilidad o dolor persistente en articulaciones, músculos, tendones y sus vainas que pueden también afectar o irritar nervios o impedir la correcta irrigación sanguínea a través de venas y arterias.
Son el resultado de la exposición prolongada a factores no ergonómicos. Son frecuentes en las extremidades superiores.
Los factores físicos que pueden contribuir a la aparición de trastornos o patologías musculoesqueléticas son, fundamentalmente, las posturas forzadas, los movimientos repetitivos, la fuerza muscular excesiva, las vibraciones y la combinación de ellos.
Posturas forzadas
Se considera postura forzada o extrema en referencia a la articulación, aquella que supone exponer a la articulación a más de la mitad de su amplitud, de forma regular, durante la jornada laboral. Mantener la misma postura durante un tiempo prolongado es un factor de riesgo, sobretodo si se mantiene un 50% o más del tiempo de trabajo.